¿Se hace negocio con la sangre?
No. La ley española es muy clara con ello. Está rigurosamente prohibido comerciar con sangre. No obstante, no debe olvidarse que aunque la donación en España sea voluntaria y no remunerada, el proceso conlleva unos gastos: la bolsa que contiene la sangre, los análisis que se realizan, las neveras y congeladores para almacenarla, los gastos del personal que se encarga tanto de la extracción como de la transfusión... Todos estos gastos están fijados legalmente y se denominan "costes de procesamiento de la sangre". En los hospitales públicos estos costes los paga la Seguridad Social, y en los hospitales privados los pagan las aseguradoras médicas o los propios pacientes si son particulares. Toda la sangre extraída en nuestro país está controlada por Organismos oficiales.