Desde que nació este blog, hemos ido presentando a algunas de las personas que trabajan o colaboran con el área de donación de sangre de Cruz Roja. Hoy le toca el turno a nuestro compañero Jesús, conductor de unidades móviles.

Jesús, natural de Segovia, aunque madrileño de adopción, lleva trabajando como conductor de Cruz Roja 33 años. Cuando empezó, tenía solo 24 años, llegó a Cruz Roja de casualidad “conocí a una persona que estaba trabajando aquí, por quel entonces, salían solo 7 colectas al mes, trabajaba esporádicamente, cuando me necesitaban. Poco a poco aumentaron el número de campañas y ya pude quedarme… y hasta hoy, que llevo la mayor parte de mi vida trabajando en Cruz Roja”.
Hoy en día, Jesús es «el C1», el conductor con más antigüedad y eso se nota cuando tienes la oportunidad de charlar con él, pues es una fuente inagotable de anécdotas:
«Una vez, hace muchos años, en un pueblo montamos una sala de donación en un corral».
«En la campaña de Campamento subió una donante habitual al autobús y me preguntó si conocía a la chica que la acompañaba, al principio no la reconocí, pero era Lucía, una niña a la que había sostenido y después entretenido mientras su madre donaba muchísimas veces. Hacía años que no la veía, ahora no era necesario que esperara a su madre, ahora ella podía donar».
«Una vez subió un chico a nuestra unidad en Tres Cantos, después de rellenar el formulario, nos confesó que hasta aproximadamente la mitad, pensaba que se trataba del Bibliobús. Finalmente donó, se animó cuando ya estaba a punto de hacerlo».
Jesús ha vivido como ha ido cambiando la donación de sangre en nuestra comunidad, cómo hemos pasado de hacer 7 salidas al mes a 18 salidad diarias, lo que conlleva contar con recursos humanos ampliados y una gestión más eficiente.

Los conductores de las unidades móviles de donación de sangre, además de conducir, se encargan de atender a las personas cuando acaban de donar, asegurándose de que todos y todas se van habiéndose hidratado y encontrándose perfectamente. A Jesús le gusta su labor como conductor de autobuses, de hecho la compaginó durante muchos años con la profesión de taxista, ya que afirma que le encanta conducir, pero lo que más le satisface de su trabajo es el contacto constante con los y las donantes, siente que el trabajo global de todos los compañeros repercute directamente en la sociedad.

Sin duda, su buen humor es un valor incalculable para Cruz Roja y para los compañeros que trabajan codo con codo con él. Jesús es una figura entrañable dentro de esta pequeña familia, de la que también se lleva grandes amigos, como su tocayo Jesús Saavedra «Save».
¿Has coincidido alguna vez con Jesús? , si subes a cualquiera de nuestras unidades puede que lo encuentres allí (o cualquier otro compañero igual de estupendo).
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